Page 178 - Diagnóstico ambiental estratégico para un desarrollo sostenible
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DIAGNÓSTICO AMBIENTAL ESTRATÉGICO
1.3.1. Bosque relicto costero y de Interior
La comuna de La Ligua posee dos bosques relictos, uno presente en el cerro Santa Inés y otro al interior de la
Patagua en los faldeos del macizo El Chache. Ambos bosques se caracterizan por la presencia de Aextoxicon
punctatum, especie arbórea endémica única representante de la familia Aextoxicaceae. El bosque de olivillo se
encuentra principalmente en una delgada franja costera y en quebradas al interior de la cordillera de la costa
entre los 300 y 400 msnm (Smith & Armesto, 2002). Su distribución original comprendía desde los 30° a los 43°
S, habiendo desaparecido en su mayor parte. Hoy se encuentra replegado al bosque Siempreverde Valdiviano y
de Chiloe, entre los 40° hasta los 43° S. (Smith & Armesto, 2002). Al norte de esta distribución se encuentran en
forma fragmentada conociéndose dos importantes bosques, el de Fray Jorge y del cerro Santa Inés, considerados
como remanentes de épocas geológicas (Pérez & Villagran, 1994).
La existencia de un bosque de olivillo a los 33° S hacia el interior de la cordillera no había sido descrita. La
característica común de ambas locaciones (Santa Inés y La Patagua) es la presencia de humedad permanente
debido a la influencia de la vaguada costera, sin embargo en Santa Inés corresponde a un bosque de neblina en
altura, cercano al mar y con fuerte influencia oceánica, no encontrándose cursos de agua corriente en su interior,
en cambio el bosque de Olivillo del interior, su humedad se debe a cursos de agua permanentes provenientes
del cordón El Chache y a la vaguada costera de origen advectivo.
La presencia de A. punctatum no sólo concita un gran interés científico en orden a establecer o comprender la
evolución de nuestra flora nativa y endémica, sino también en su capacidad de capturar agua de la neblina
transformándolo en una pieza clave de las asociaciones vegetales de las que forma parte (Squeo, Pizarro-Arraya,
& Vega, 2004). Dicha capacidad esta relacionada con el ángulo foliar del dosel, es decir, en sectores con baja
carga de neblina hay un aumento del ángulo foliar, lo que se traduce en una mayor superficie de exposión, lo
cual obliga a la especie a desarrollar una mayor esclerofilización en la hoja para progerla de la mayor radiación
lo además produce como consecuencia una menor tasa de evaporación. Según los autores Squeo, Pizarro-Arraya
& Vega (2004) la capacidad de condensar la neblina podría superar largamente al agua aportada por las lluvias
invernales, alcanzando valores superiores a los 1.000 mm anuales. Este importante servicio ecosistémico
permite contar con una potente alternativa para enfrentar la adaptación al cambio climático, pudiendo las
localidades adyacente contar con un suministro de agua permante.
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