Page 61 - Identificación de las unidades paisajísticas y fenómenos de alto valor ecológico en el predio Santa Marta: orientaciones para proyectos de desarrollo sostenible
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RESULTADOS


                  4.5        Determinación de Comunidades Vegetales


                  Para abordar un territorio con propiedad, es necesario el conocimiento que sea capaz de abrirlo a

                  la mirada de todos. Conocer los elementos que lo conforman, asignarle nombres y mantener una
                  observación  permanente sobre ellos,  son las tareas comprensivas para entender y  valorar un
                  territorio. Esta acción es éticamente necesaria para entender los valores naturales de una localidad,

                  previo a toda acción respecto de su destinación, es decir, entender su valor primario para un lugar

                  y su gente.

                  Este informe busca comprender qué especies de plantas se encuentran en la zona de estudio, cómo

                  éstas  conforman  comunidades  cualitativamente  distintas  y  de qué  forma  éstas  se  despliegan
                  construyendo un paisaje identitario en la cuenca del río Rocín.


                  Los estudios más específicos o de detalle sobre la vegetación de cordillera se han enfocado en la

                  Cordillera de Santiago (Meigen 1893, Grandjot y Grandjot 1936, Looser 1962, Teillier et al. 1994,
                  Muñoz-Schick et al. 2000, Cavieres et al. 2000). También es posible mencionar los importantes y

                  detallados estudios allende los Andes, en la Cordillera de Mendoza (Böcher et al. 1972, Ambosetti
                  et al. 1986,  Méndez et al. 2006,  Muiño et al.  2012).  Pero puntualmente  en la cordillera de

                  Aconcagua, los estudios son más escasos, aunque existan reportes de exploraciones históricas (del
                  Vitto et al. 1992) y pocas recientes (Luebert & Gajardo 2004). La cuenca andina del río Aconcagua

                  se encuentra en el gran sistema de la Provincia Biogeográfica de los Andes del Sur o Surandina
                  (Udvardy  1975), específicamente en  el tramo de los Andes Mediterráneos (Schmithüsen  1956,

                  Gajardo 1994).

                  La flora de Chile Central posee una historia particular: a partir de la composición de las floras del

                  Paleoceno, en  ella coexisten elementos (estudiados usualmente al nivel  de género) de  origen

                  neotropical, tropical amplio y antitropical, de amplia distribución (cosmopolita), austral-oceánicos y
                  templado-australes.  De ahí que podamos  observar  en una  misma cuenca, pero en condiciones

                  topográficas diferentes, árboles de origen tropical como el Corontillo (Escallonia myrtoidea), con
                  especies de pequeñas hojas y forma de cojín, con relaciones de tipo austral-oceánicas, como el caso

                  del neneo y la yareta (Azorella prolifera y Azorella ruizii).

                  La flora,  en su conjunto,  ha sufrido variaciones notables en el perfil altitudinal, debido a las

                  glaciaciones del Cuaternario, las que tienen gran influencia en la distribución disyunta de la





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