Page 26 - Identificación de las unidades paisajísticas y fenómenos de alto valor ecológico en el predio Santa Marta: orientaciones para proyectos de desarrollo sostenible
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Informe Ambiental de la Cuenca del Río Rocín: contrastes entre la
biodiversidad, importancia socio-ecológica y su fragilidad
2.1 Biogeografía de los ecosistemas andinos
Los ambientes de montaña, considerados como espacios en que la vida ocurre “al límite de
lo posible”, están atrayendo cada vez más los estudios del cambio climático en distintas escalas
(Körner 1999, 2000). Al mismo tiempo, se constata que son ambientes extremadamente frágiles y
que las actividades humanas han estado causando daños, muchas veces irreversibles, en distintos
sistemas a nivel global. Uno de los sistemas más interesantes debido a sus condiciones topográficas,
su evolución y su actual biodiversidad, son los Andes, que hoy se encuentran en el foco de los
estudios de biogeografía asociados al cambio climático y a las posibles adaptaciones y cambios de
distribución altitudinal que están sufriendo los ambientes en su conjunto. Asimismo, sus
componentes individuales, tales como plantas, insectos, hongos y vertebrados (Cuesta u.c., 2017,
2019, 2020; Perrigo, Hoorn, & Antonelli, 2020; Tovar u.c., 2020).
Los estudios de biogeografía en el amplio sistema andino han atraído a especialistas de la geografía,
la botánica y la ecología desde hace más de dos siglos, incluso antes de la mítica ascensión de
Alexander von Humboldt y Aimé Bonpland al Chimborazo, en Ecuador. Los Andes australes también
han recibido atención botánica y biogeográfica, especialmente en los estudios clásicos de Agostini,
Weberbauer, Troll, Lauer, Skottsberg.
Más recientemente, desde una perspectiva biogeográfica, se ha constatado que la cordillera de los
Andes puede afectar de formas distintas los procesos evolutivos de grupos bióticos o ecosistemas
en su conjunto: a) como corredor de dispersión para algunos grupos de plantas; b) como barrera
biogeográfica, especialmente en Chile Central (alcanzando las mayores alturas como el Monte
Aconcagua); c) y como espacio de diversificación a partir de la geodiversidad y la presencia de
condiciones microclimáticas para la especiación (Luebert & Weigend 2014).
Resulta especialmente interesante estudiar los Andes a la latitud de Chile mediterráneo (app. 26º a
37º lat. S), donde la cordillera alcanza las máximas alturas y los procesos de aislamiento de la biota
son más intensos. Éste es uno de los factores que influye para que Chile central sea considerado un
“hotspot” de biodiversidad (Moreira-Muñoz 2014).
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