Salvador Donghi indicó que los efectos en los ecosistemas también se ven reflejados en la ciudad, que se vuelve «más vulnerable».
Fuente: Subrayado, Uruguay.
«Con una humedad tan baja en el aire, el incendio y la masa incandescente se proyecta, porque no encuentra una atmósfera húmeda que lo pueda apagar y lo pueda contener. Esa es la principal razón de por qué el incendio se extendió durante todo ese tiempo y en el fondo se extendió por 25 kilómetros. A medida que iba avanzando iba agarrando más fuerza, porque tenía más masa combustible que iba quemando y ahí empieza una ecuación en cadena en la que entre más aumenta la temperatura, más baja la humedad relativa y el incendio cada vez se hace más fuerte», indicó y dijo como ejemplo: «Imagínate una estufa a leña, de combustión lenta, eso es lo que sucedió en ese momento».
Al respecto, Donghi afirmó que Chile no está preparado para enfrentar los cambios en las condiciones atmosféricas que se están dando por el cambio climático. «Lo peor aún es que no estamos ni siquiera iniciando las discusiones para poder enfrentar estos acontecimientos», señaló.
El biólogo dijo que con el fuego «murió todo lo que era vida», en referencia a los efectos en la biodiversidad. «Prácticamente todos esos ecosistemas se vieron alterados. Y esos ecosistemas prestan servicios ecosistémicos a la ciudad. Por lo tanto tenemos una ciudad hoy día más vulnerable», aseguró. Como ejemplos, mencionó a la polinización de las abejas, la propagación de semillas a cargo de las aves y la captura de Co2.
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